lunes, 21 de noviembre de 2016

Uber y la Ciudad

El arribo de la empresa internacional Uber a la Argentina en Abril de 2016, particularmente a Buenos Aires, trajo consigo una serie de problemáticas sociales y protestas desde de una parte de la sociedad que no está dispuesta a aceptar este negocio.
El arribo de Uber me parece desde un punto de vista personal un tema muy interesante por el debate que generó. La sociedad se vio enfrentada y es algo que me hizo reflexionar: ¿deberíamos apoyar una “tradición” porteña, nacional, como son los taxis y pagar más por un servicio histórico, o por el contrario, deberíamos ser parte de esta revolución tecnológica más personal, rápida y económica? Y pienso que éste es el propósito del trabajo, invitar a reflexionar y pensar más detalladamente el tema.
Uber es una empresa internacional de transporte creada en California, Estados Unidos en 2009 por Garrett Camp y Travis Kalanick y actualmente está presente en los 5 continentes. Llegó en 2016 a la Argentina y como en varias partes del mundo previamente, hubo disputas judiciales entre la empresa y los taxistas. Desde Uber afirman que son la mejor alternativa a la hora de viajar por la ciudad pero el choque se genera desde un punto de vista “ético”.
Hubo protestas en toda la ciudad de Buenos Aires por parte de los taxistas que se manifestaron en forma de cortes y hasta de “caza” de conductores de Uber, lo que va contra el derecho a trabajar de los conductores de la empresa norteamericana.
Los gremios de taxistas iniciaron acciones legales contra Uber, aunque desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no encuentran ninguna acción ilegal por el servicio prestado y a pesar de los reclamos no hay mucho por hacer, omitiendo los allanamientos a las oficinas de la empresa en los que no hubo nada ilegal.
Desde la sociedad, están aquellos que todavía optan por el clásico servicio de taxis y quienes por otra parte se unen a la revolución Uber, comandada por la app que brinda servicios al instante basándose en la ubicación y destino del pasajero a un precio más económico que el de los taxis.
Para concluir, recaemos en la opinión personal de cada uno cuando hablamos del enfrentamiento entre el servicio de taxis y Uber. Está en nosotros decidir si ser parte del nuevo modelo de transporte dentro de la ciudad o si seguir utilizando el viejo servicio de taxis que da trabajo a empresas y una gran parte de la comunidad bonaerense y argentina.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Silencioso y mortal

Al rededor del 9% de la población argentina arriesga su salud día a día al tener relación directa con la Cuenca Matanza Riachuelo gracias a la inminente contaminación de suelo, aire y agua que produce. Son los vecinos quienes están expuestos a sufrir desde hepatitis, cáncer o dengue hasta alteraciones neurológicas gracias al estado del Riachuelo.

La enorme superficie (2.200 km2) genera una división en tres sectores: baja, media y alta. LA zona baja desemboca en el Río de la Plata y en donde más habitantes hay; la media es semiurbana y finalmente la alta donde casi no hay habitantes y la contaminación es muy baja. La superficie abarca una gran cantidad de partidos del Conurbano Bonaerense y Capital, entre ellos se encuentran Almirante Brown, Avellaneda, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, La Matanza, Lanús, Las Heras, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Merlo, Morón, Presidente Juan D. Perón y San Vicente.

No por nada la zona baja y más habitada de toda la cuenca, es la más contaminada. La falta de infraestructura y cuidado que acompañe el gran crecimiento urbano en la zona es una de las grandes causas de contaminación que se le puede atribuir a la zona. Existen grandes asentamientos de personas viviendo en situaciones precarias a los costados del río que ponen su salud en riesgo al vivir allí. No cuentan con servicios de salud básicos como cloacas o desagües pluviales y la cuenca fluye, dejando a su paso en sus márgenes cantidades de basura, residuos químicos y basura de toda la ciudad.

 La contaminación nos está matando y somos nosotros quienes nos debemos hacer cargo y salir de la ingenuidad. Miles de habitantes conocemos el río y a pesar de lo molesto que es, solemos culpar a la sociedad, a las industrias o al gobierno, cuando todos somos culpables.

Para su saneamiento hoy en día hay emprendimientos que intentan recuperar el río. Uno de los más conocidos es el de Acumar, que hace ya varios años intentado limpiar la cuenca y descontaminar el río tratando de colaborar para poder reducir nuestro impacto en la cuenca de la Matanza Riachuelo y a toda la zona que rodea.

¡Nunca es tarde para recuperarnos!